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Los patos, son aves acuáticas que pertenecen a la familia Anatidae, del orden de los Anseriformes, la especie se encuentra distribuida en muchas partes del mundo, especialmente en América, Europa y Asia, siendo este último el continente en el que tiene mayor importancia dentro de la producción de alimentos.

Los patos salvajes son aves migratorias que habitan en humedales, tienen una sobresaliente resistencia a las condiciones climáticas y mucha rusticidad, lo cual los hace muy resistentes a las enfermedades. Suelen obtener su alimento pescando, comiendo insectos, plantas acuáticas y terrestres, semillas y granos.

Entre las diferentes razas de patos silvestres podemos encontrar patos de superficie, que obtienen su alimento en la superficie del agua, sumergiendo solamente la cabeza y parte del cuello dentro del agua, por otro lado, se encuentran las razas de patos buceadores, que son capaces de sumergirse completamente en el agua para pescar o comer hierbas que se encuentran en el fondo de los ríos o lagos donde viven.

La capacidad de estos patos para sumergirse en el agua y volar se debe en gran parte a la presencia de la glándula uropigia, que secreta aceite compuesto por ceras diester llamadas uropigioles, mediante el acicalamiento los patos esparcen este aceite hidrofóbico en todo su plumaje y este queda impermeabilizado, así, cuando entra en contacto con el agua esta es repelida.

La domesticación de los patos se cree que inicio hace 3000 años en Asia, el objetivo fue la obtención de tres productos principales, carne, huevo y pluma, que fueron aprovechados por los humanos como alimento y para la creación de diversos artículos. Sin embargo, los patos también han tomado el rol como animal de compañía. Como mascota, los patos han demostrado ser animales, sociables e inteligentes, que los dueños describen como alegres y cariñosos. Estas cualidades han hecho que su crianza se popularice sin afán de producir alimento, huevo o plumas.

Las necesidades de los patos como mascota no son difíciles de cubrir, necesitan espacios abiertos con áreas para caminar, tener agua disponible para sumergirse y lavarse las plumas, estas zonas deben ser de fácil acceso para ellos. Siempre debe estar en una zona protegida de los depredadores, y tener un área cerrada para dormir y cubrirse de las inclemencias climáticas, se puede poner una cama de paja dentro de este refugio. Por su carácter sociable, prefieren vivir acompañados de otros ejemplares de su especie.

En cuanto a la alimentación existen alimentos balanceados especialmente para patos domésticos que pueden complementarse con algunas verduras, semillas y granos triturados, siempre acompañados de agua fresca para beber a libre acceso. Con los cuidados adecuados la esperanza de vida de un pato doméstico puede llegar a los 10 o 12 años. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que es un animal de granja y como tal, no será adecuado mantenerlo en espacios cerrados y reducidos.

Los patos domésticos, al igual que los silvestres, mantienen la rusticidad y su resistencia a las enfermedades, a excepción de algunas líneas genéticas que han sido seleccionadas para la producción especializada de carne o huevo y que han perdido un poco de la rusticidad y resistencia a las enfermedades que caracteriza a los patos silvestres. Pero por lo general son muy resistentes y se enferman poco.

Algunas de las enfermedades que pueden afectarlos son infecciones subclínicas por el virus de Gumboro, hepatitis viral del pato, además de infecciones bacterianas causadas por E. coli, Salmonella spp. o Mycoplasma spp.

Cuando estas enfermedades bacterianas se presentan deben ser tratadas con antibióticos, algunos de estos patógenos son sensibles a los antibióticos utilizados en la producción de pollo, por ejemplo, enrofloxacina, gentamicina y tilosina, que podemos encontrar en soluciones orales para diluir en el agua de bebida, de esta manera será más rápida y sencilla la administración a todos los patos.

La enrofloxacina en un antibiótico con potente acción bactericida que tiene acción frente a los patógenos causantes de colibacilosis, salmonelosis y micoplasmosis en los patos. Además de la enrofloxacina, E. coli y Salmonella spp. también presentan altos porcentajes de sensibilidad frente a la gentamicina, un antibiótico aminoglucósido de amplio espectro.

La tilosina, pertenece al grupo de los macrólidos y es ampliamente utilizado en medicina veterinaria para combatir las infecciones causadas por Mycoplasma spp. El tartrato de tilosina es la sal utilizada en particular contra micoplasmas para administrar en el agua de bebida, su absorción es buena por este medio. Se absorbe fácil en el tracto gastrointestinal, a nivel de duodeno, resultando en una rápida mejora de las aves tratadas.

Otras enfermedades que se pueden presentar son parasitosis causadas por Eimeria boschadis y enfermedades por micotoxinas en el alimento.

Es importante recordar que las enfermedades en los patos son multifactoriales por lo que se necesita la presencia del patógeno, además de condiciones ambientales y del animal que favorezcan el desarrollo de la enfermedad, en ese sentido, es posible reducir la presencia de enfermedades si los animales están bien alimentados, con el menor estrés posible y en un ambiente confortable.

La resistencia a enfermedades, además de tener buena conversión alimenticia y gran ganancia diaria de peso, colocan a esta especie como una buena opción para la producción de carne y huevo. La anacultura, es la rama de la producción avícola dedicada a la crianza y el mejoramiento de los patos y constituye una alternativa a la avicultura tradicional mexicana, que por lo general se enfoca en la producción de carne de pollo y huevo de gallina.

En países asiáticos o europeos como China y Francia, la crianza de pato tiene mucha importancia, tanto en el traspatio como en la producción intensiva de carne, huevo y plumas. Las ventajas que tiene la cría de patos sobre otras aves de corral se deben en gran medida a su rusticidad, como ya se había mencionado con anterioridad, la resistencia a las enfermedades reduce el riesgo de diseminación dentro de la parvada, además, en comparación con el pollo, no requieren un control tan estricto de las condiciones ambientales.

Existen razas que se han desarrollado con el propósito de mejorar sus aptitudes productivas, a continuación, revisaremos las principales.

Pekin: es muy popular en América, es de color blanco, fuerte y de complexión robusta, es una raza muy precoz que puede iniciar la postura a los 5 meses de edad, con una producción anual que puede llegar hasta los 240 huevos anuales.

Muscovy: Tiene mayor tolerancia a las altas temperaturas, su plumaje es de plumas blancas y negras con algunos reflejos verdes, presenta un dimorfismo sexual muy marcada, el peso de las hembras por lo general corresponde al 55% del peso del macho, tiene una gran velocidad de crecimiento y el macho puede alcanzar casi 4 kg en 11 semanas. Es necesario sacrificarlos jóvenes, de 5 a 6 meses, cuando son adultos su carne obtiene un sabor desagradable.

Mular: Es el resultado de la cruza de un macho Muscovy con una hembra pekin, es el pato más usado para la producción de paté, es mejor productor de carne que sus progenitores, alcanzando mejores pesos al sacrificio que el macho muscovy y no existe un dimorfismo sexual tan marcado como en la raza muscovy.

Rouen: El macho llega a un peso promedio de 4 kg, y la hembra alcanza 3.6 kg en promedio, es una de las razas más buscadas para la producción de carne.

Aylesbury: Es un pato de gran tamaño, el macho llega a pesar 4 kg y la hembra 3.5 kg. La hembra llega a poner 100 huevos anuales. Su carne es de color blanco, buena calidad y excelente sabor.

La elección de la raza que se utilizara se debe tomar con base en el objetivo de producción, si se busca priorizar la producción de carne, huevo o paté. Además, se debe considerar las condiciones ambientales que habrá en la unidad de producción, y de acuerdo con esto elegir la raza que se adapte de mejor manera a estas necesidades.

La anacultura en México aún esta en vías de desarrollo, sin embargo, es una buena alternativa a la avicultura tradicional y aunque los patos se encuentran presentes en la avicultura de traspatio de nuestro país, criados de forma familiar y generalmente para autoconsumo, aún falta su presencia a gran escala en sistemas intensivos de producción respetuosos con el medio ambiente y el bienestar de los animales.

A nivel mundial, los patos silvestres son de gran importancia para el equilibrio de los humedales, y debido a que algunas de estas aves acuáticas realizan grandes desplazamientos en sus migraciones, su conservación depende de la cooperación internacional.

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